¿DIERON CULTO A JESÚS LOS PRIMEROS CRISTIANOS?

¿DIERON CULTO A JESÚS LOS PRIMEROS CRISTIANOS?

LOS TESTIMONIOS DEL NUEVO TESTAMENTO

JAMES D. G. DUNN

29,40 €
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Editorial:
EDITORIAL VERBO DIVINO
Año de edición:
2011
ISBN:
978-84-9945-234-0
Páginas:
232
Encuadernación:
Cartoné
Colección:
AYOPA
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INTRODUCCIÓN La pregunta EL VOCABULARIO DEL CULTO Dar culto Términos similares Términos afines Doxologías El vocabulario de la bendición Conclusión LA PRÁCTICA DEL CULTO La oración Los himnos Lo sagrado: espacio, tiempo, banquetes y personas El sacrificio Conclusión EL MONOTEÍSMO, LOS MEDIADORES CELESTIALES Y LOS AGENTES DIVINOS ?El Señor, nuestro Dios, es un solo Señor? Los ángeles El Espíritu, la Sabiduría y la Palabra Seres humanos exaltados Conclusión EL SEÑOR JESUCRISTO ¿Era Jesús monoteísta? ?Jesús es Señor? Palabra, Sabiduría y Espíritu El testimonio del Apocalipsis de Juan Jesús como dios o Dios El último Adán, el mediador, el intercesor celestial ¿Es útil reformular las cuestiones recurriendo a la categoría de la ?identidad divina?? Conclusión CONCLUSIÓN La respuesta Bibliografía Índice de libros de la Biblia y de fuentes antiguas Índice de autores Índice analítico

Un estudio novedoso sobre una cuestión de importancia capital para la fe cristiana: ¿dieron culto a Jesús los primeros cristianos? Para responder a esta pregunta, Dunn analiza exhaustivamente todos los términos o frases relacionados con el culto. Se trata, por tanto, de un estudio lexicográfico minucioso mediante el que se va desplegando la pluralidad semántica de los términos y conceptos implicados. Su conclusión es negativa: no, los primeros cristianos no dieron culto a Jesús, sino a Dios mediante Jesús en el Espíritu Santo. Convencidos como estaban de que en Jesús se había abierto una puerta definitiva y nueva en la relación recíproca entre el Dios y los seres humanos, los títulos divinos que se atribuyen a Jesús tienen una función paradójica: al tiempo que revelan su identidad, impiden a los cristianos disponer a su antojo del misterio insondable y abismal del Dios en él revelado. Jesús no abre totalmente el misterio, pero tampoco lo encierra, más bien, lo entre-abre. Es el centinela del ser de Dios y del ser del ser humano.Este estudio puede contribuir, sin lugar a dudas, a replantearse la cuestión trinitaria de un modo que estimule, recíprocamente, el diálogo del monoteísmo cristiano en el contexto de las otras religiones monoteístas.

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